El uso de hipoclorito sódico en las piscinas es imprescindible para evitar la proliferación de algas u hongos, eliminar los organismos patógenos y asegurar unas condiciones higiénicas óptimas. el aporte de cloro reacciona con la materia orgánica del agua formando una serie de compuestos derivados del cloro que pueden resultar muy molestos y malolientes. De estos compuestos, los más perjudiciales son los llamados trihalometanos, de carácter cancerígeno para la salud humana. De todos ellos el más importante es el triclorometano o cloroformo (CHCl3).
El proceso de cloración puede comprenderse fácilmente en la (Figura 7), en la que se aprecian unas fases bien definidas:
En la fase AB todo el cloro que se añade es empleado en combinarse con la materia orgánica por lo que consecuentemente el nivel de cloro residual es cero. Al llegar a la fase BB’, el nivel de cloro residual aumenta, pero todo este cloro se encuentra combinado en forma de cloraminas, que son productos que tienen un bajo poder desinfectante y producen un olor desagradable. Estos compuestos son los causantes del llamado olor a piscina.
De B’ a C el cloro añadido se emplea en destruir las cloraminas, por lo que el cloro residual medido disminuye hasta llegar a un mínimo en C llamado punto de ruptura. A partir de este punto, todo el cloro añadido se emplea en aumentar el cloro residual que se encontraría como cloro libre y con mayor poder desinfectante que el cloro combinado que forma cloraminas.
Una forma de eliminar todos estos subproductos del cloro, tales como trihalometanos, como cloraminas y todo tipo de compuestos derivados del cloro, es sustituir la precloración antes del punto de ruptura C por otro agente oxidante como el ozono para que no forme estos subproductos. El ozono oxida por completo toda la materia orgánica presente en el agua por lo que una pequeña cantidad de cloro que se añada posteriormente pasa inmediatamente a cloro libre residual dejando su propiedad desinfectante al agua.
Para el cuidado de las piscinas también ofrecemos Cloradores Salinos, Este tipo de tratamiento del agua consiste en añadir cloruro sódico al agua de la piscina y, mediante el proceso de cloración salina, separar el cloro del sodio. El cloro obtenido desinfecta el agua y vuelve a combinarse con el sodio creando de nuevo la sal.
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